Quiero que te pares un momento a pensar cómo es tu estilo de vida . Qué es lo que haces cada día con tu tiempo. Por qué lo haces. Para quién lo haces. ¿Cuáles son las presiones o circunstancias externas que te influyen para actuar de un modo u otro? Porque casi todos tenemos en mente el estilo de vida que nos gustaría tener: son nuestros sueños, aunque el problema es que no hemos llegado a definirlos claramente, con detalles, están solo en el aire. ¿Qué es lo que me gustaría hacer con mi vida? Casi todos tenemos también en mente algunas razones por las que no podemos tener ese estilo de vida que queremos: Me gustaría viajar lejos, pero no puedo porque estoy trabajando y hay otras personas que dependen de mí. Quiero bajar de peso 10 kilos, pero el problema es que no tengo suficiente fuerza de voluntad, o que por mis obligaciones tengo que comer fuera de casa, etc. Quisiera ahorrar dinero, pero al final siempre me lo gasto en tonterías y prácticamente no llevo el control.
¿Es normal que en los momentos de mayor agobio, preocupación y temor te entren unas enormes ganas de llorar? ¿Te dan ganas de llorar cuando te vas a la cama y al día siguiente tienes que hacer algo muy complicado o que te produce una gran ansiedad?
Todo indica que las lágrimas son un mecanismo que utiliza nuestro cuerpo para dejar escapar las emociones concentradas. Hay personas a las que la idea de ponerse a llorar les resulta muy complicada, pero es una práctica que tiene muchos más beneficios de los que te imaginas.
Cuando tenemos hambre, comemos. Cuando tenemos sueño, nos vamos a dormir. Cuando queremos a alguien, tratamos de demostrárselo. ¿No? Pues cuando tienes ganas de llorar, lo que tienes que hacer es ni más ni menos que llorar; dejar rienda suelta a tus emociones.
Las lágrimas no son un signo de debilidad; si fueran malas, no las tendríamos. Cumplen una función en el cuerpo humano a nivel emocional.
Veamos algunos beneficios de llorar:
Uno de los grandes mitos sociales que se han instaurado es esta idea de que los hombres no lloran. Los hombres sí lloran, por supuesto, aunque socialmente no esté bien visto. Pero, en privado, la realidad es que todo ser humano que atraviesa un momento difícil puede sentir la necesidad de derramar lágrimas.
¿Sientes ganas de llorar por la ansiedad? ¿Derramas lágrimas a menudo cuando estás a solas?
Todo indica que las lágrimas son un mecanismo que utiliza nuestro cuerpo para dejar escapar las emociones concentradas. Hay personas a las que la idea de ponerse a llorar les resulta muy complicada, pero es una práctica que tiene muchos más beneficios de los que te imaginas.
Por qué llorar cuando tienes ansiedad
Cuando tenemos hambre, comemos. Cuando tenemos sueño, nos vamos a dormir. Cuando queremos a alguien, tratamos de demostrárselo. ¿No? Pues cuando tienes ganas de llorar, lo que tienes que hacer es ni más ni menos que llorar; dejar rienda suelta a tus emociones.
Las lágrimas no son un signo de debilidad; si fueran malas, no las tendríamos. Cumplen una función en el cuerpo humano a nivel emocional.
Veamos algunos beneficios de llorar:
- Llorar te ayuda a desahogarte y ejerce un efecto relajante a nivel psíquico en tu mente.
- Cuando lloras, estás liberando dos hormonas, la oxitocina y los opiáceos, que hacen que el dolor que sentías disminuya.
- Te ayudan a hidratar los ojos; porque las membranas mucosas de los ojos necesitan lubricación y las lágrimas ayudan.
- Estás reduciendo el estrés; de la misma forma que el sudor cumple la función de mantener tu cuerpo a una temperatura adecuada, las lágrimas vienen a ser como el "sudor del alma".
Uno de los grandes mitos sociales que se han instaurado es esta idea de que los hombres no lloran. Los hombres sí lloran, por supuesto, aunque socialmente no esté bien visto. Pero, en privado, la realidad es que todo ser humano que atraviesa un momento difícil puede sentir la necesidad de derramar lágrimas.
¿Sientes ganas de llorar por la ansiedad? ¿Derramas lágrimas a menudo cuando estás a solas?
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