Hemos hablado en múltiples ocasiones de que la ansiedad o, más bien, el eustrés, es una respuesta adaptativa natural del ser humano. Pero hay otro tipo de ansiedad que, en lugar de ayudarnos a enfrentar una situación difícil que estamos atravesando, lo que provoca es todo lo contrario: hablamos del distrés. ¿Quieres saber por qué la ansiedad te paraliza?
Hay múltiples razones de peso por la que, lo que tendría que ser bueno, acaba resultando al final perjudicial para nosotros. Y es que la ansiedad tiene un doble efecto; por un lado, nos ayuda a concienciarnos de una situación amenazante, pero por el otro, nos hace conscientes de que no tenemos las herramientas para enfrentarnos a ellas.
En Cómo superar la ansiedad ya tenemos algunos consejos que pueden ayudarte. En este post te hablaremos sobre qué puedes hacer cuando sientes ansiedad paralizante o cuando tienes bloqueos mentales o emocionales.
A lo mejor has notado ansiedad que te paraliza o ansiedad paralizante. Te sientes agarrotado y no te sientes capaz de enfrentarte a la situación que tienes por delante. Puede ser una charla en público, miedo a volar en avión, hablar con una persona que te gusta u otro tipo de cosas.
La cuestión es que, muchas veces por baja autoestima y otras simplemente por falta de experiencia, nos concienciamos de que ese estímulo que nos da miedo va a ser muy perjudicial para nosotros.
Nuestro cuerpo, por tanto, se resiste a atravesarlo, a pesar de que es absolutamente necesario. Es por eso que a veces, cuando tenemos algo que te da ansiedad, tendemos a movernos tanto, salimos varias veces al baño, nos ponemos nerviosos, tartamudeamos o nos quedamos en blanco y completamente paralizados.
No sabemos cómo reaccionar ante una situación que nos causa miedo y estrés. Una situación en la que no sabemos cómo reaccionar: es lo que llamamos un "bloqueo mental".
Por ejemplo, puedes sentir un gran bloqueo emocional cuando hay muchos sentimientos acumulados dentro de ti, pero que no has expresado de ninguna forma. Intentas taparlos, poner buena cara, aparentar algo que no sientes, pero es una carga que vas arrastrando y no es fácil. Tantas emociones juntas, no expresadas, al final dificultan la toma de decisiones.
Hay pocas cosas que podamos hacer cuando se produce en nosotros esa especie de aturdimiento. No obstante, se me ocurren algunos consejos.
La gran ventaja es que, cuantas más situaciones vivamos y más experiencia adquirimos, nuestra mente va trabajando su agilidad y destreza. Puede reaccionar a una velocidad más óptima y captar pensamientos casi al vuelo. Ahora bien, tampoco pensemos que a veces el problema viene de nuestra ansiedad.
También es un hecho que hay personas que explican las cosas de forma muy poco didáctica, o demasiado rápida, y eso no es nada productivo. Ni para ti, ni para mí, ni para nadie, sencillamente. Así que a veces no tendremos más remedio que explicar que estamos bloqueados y que necesitamos que nos repitan las cosas, pero sin dejar que eso te afecte a la autoestima.
Los demás también tienen responsabilidad; no asumas toda la carga tú solo. No siempre la culpa de las cosas es nuestra; a veces viene de fuera, pero tendemos a cargar nosotros con ella debido a la falta de autoestima.
¿Sientes que la ansiedad te paraliza? ¿Tú también tienes momentos en los que notas cierto bloqueo mental? Te invito a que lo compartas con nosotros en los comentarios.
Hay múltiples razones de peso por la que, lo que tendría que ser bueno, acaba resultando al final perjudicial para nosotros. Y es que la ansiedad tiene un doble efecto; por un lado, nos ayuda a concienciarnos de una situación amenazante, pero por el otro, nos hace conscientes de que no tenemos las herramientas para enfrentarnos a ellas.
En Cómo superar la ansiedad ya tenemos algunos consejos que pueden ayudarte. En este post te hablaremos sobre qué puedes hacer cuando sientes ansiedad paralizante o cuando tienes bloqueos mentales o emocionales.
Qué hacer si la ansiedad te paraliza
A lo mejor has notado ansiedad que te paraliza o ansiedad paralizante. Te sientes agarrotado y no te sientes capaz de enfrentarte a la situación que tienes por delante. Puede ser una charla en público, miedo a volar en avión, hablar con una persona que te gusta u otro tipo de cosas.
La cuestión es que, muchas veces por baja autoestima y otras simplemente por falta de experiencia, nos concienciamos de que ese estímulo que nos da miedo va a ser muy perjudicial para nosotros.
Nuestro cuerpo, por tanto, se resiste a atravesarlo, a pesar de que es absolutamente necesario. Es por eso que a veces, cuando tenemos algo que te da ansiedad, tendemos a movernos tanto, salimos varias veces al baño, nos ponemos nerviosos, tartamudeamos o nos quedamos en blanco y completamente paralizados.
No sabemos cómo reaccionar ante una situación que nos causa miedo y estrés. Una situación en la que no sabemos cómo reaccionar: es lo que llamamos un "bloqueo mental".
Bloqueo mental y ansiedad
El bloqueo mental es algo de lo más normal cuando nos vemos en una situación en la que no sabemos qué hacer. Por ejemplo:- Cuando tu jefe te pregunta por algo que se supone que deberías saber y por la razón que sea no sabes. Empiezas a temer las consecuencias, te pones nervioso con su tono de voz, su mirada y lo que imaginas que está pensando sobre ti.
- Cuando se te acerca una persona que no sabes lo que busca y ante la que no sabes cómo reaccionar. No sabes si trae buenas o malas intenciones. Simplemente, nunca te has encontrado en esa situación. Y lo normal es que tu reacción no sea firme, sino confusa y algo tímida.
Por ejemplo, puedes sentir un gran bloqueo emocional cuando hay muchos sentimientos acumulados dentro de ti, pero que no has expresado de ninguna forma. Intentas taparlos, poner buena cara, aparentar algo que no sientes, pero es una carga que vas arrastrando y no es fácil. Tantas emociones juntas, no expresadas, al final dificultan la toma de decisiones.
Hay pocas cosas que podamos hacer cuando se produce en nosotros esa especie de aturdimiento. No obstante, se me ocurren algunos consejos.
- Tratar de pedir una aclaración para que te resulte más fácil y tengas más tiempo para pensar.
- Intentar ser asertivo, reconocer tus sentimientos: "Disculpa, es que me cuesta asimilarlo, lo siento. ¿Me lo puedes explicar de nuevo?".
- Pedir un poco de tiempo para pensarlo, analizarlo y comprobarlo por tu cuenta, cuando te hayas relajado.
- Poner una excusa, como que te duele la cabeza o estás un poco estresado y no acabas de haberte enterado del todo.
La gran ventaja es que, cuantas más situaciones vivamos y más experiencia adquirimos, nuestra mente va trabajando su agilidad y destreza. Puede reaccionar a una velocidad más óptima y captar pensamientos casi al vuelo. Ahora bien, tampoco pensemos que a veces el problema viene de nuestra ansiedad.
También es un hecho que hay personas que explican las cosas de forma muy poco didáctica, o demasiado rápida, y eso no es nada productivo. Ni para ti, ni para mí, ni para nadie, sencillamente. Así que a veces no tendremos más remedio que explicar que estamos bloqueados y que necesitamos que nos repitan las cosas, pero sin dejar que eso te afecte a la autoestima.
Los demás también tienen responsabilidad; no asumas toda la carga tú solo. No siempre la culpa de las cosas es nuestra; a veces viene de fuera, pero tendemos a cargar nosotros con ella debido a la falta de autoestima.
¿Sientes que la ansiedad te paraliza? ¿Tú también tienes momentos en los que notas cierto bloqueo mental? Te invito a que lo compartas con nosotros en los comentarios.
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