Reconocer que se tiene un problema y estar dispuesto a abrirse a otra persona no es fácil. No es fácil pero a veces es el único camino para sanarse. Buscar atención psicológica no te va a solucionar todos los problemas. Pero te puede servir como un muelle para tomar impulso y poder seguir caminando por ti mismo.
El problema de muchas personas es que no saben muy bien cómo evaluar su situación. De hecho, tenemos la creencia de que la atención psicológica está sólo pensada para las personas que están "enfermas" o algo por el estilo. Por tanto, acudir a un psicólogo se ve muchas veces como algo negativo.
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La primera impresión es quizás pensar: "no estoy tan mal como para eso, yo puedo manejarlo". Pero el problema puede aparecer una y otra vez sin que sepamos cómo salir adelante, ya que nadie nos ha dado las claves de lo que tenemos que trabajar, ni tampoco sabemos dónde buscarlas.
¿Cuándo hay que acudir a atención psicológica?, ¿cómo sé si necesito ir al psicólogo urgentemente? En este post te daremos algunas pistas para que te sientas más cómodo a la hora de tomar esta decisión.
Al psicólogo van personas que están "bien" y personas que están "mal". Si es que acaso podemos meter a las personas en dos grupos, en dos sacos distintos, como si la propia vida no fuera algo lo suficiente complejo como para que a veces pueda ser necesario compartir momentos con un profesional.
Normalmente, siempre que me he planteado ir al psicólogo, ha sido muchas veces más bien para presumir de lo bien que estoy, de todo lo que he progresado, que por el hecho de que esté pasando por un momento terrible. Es decir, lo veo como una ayuda a largo plazo, más que como un apoyo vital en un momento duro.
Ésta es tan sólo mi opinión y mi experiencia personal. Me resulta más cómodo hablar con personas que me inspiran confianza en los momentos difíciles, no con psicólogos. A partir de ahí, si quiero contrastar las cosas que yo mismo o mis amigos me han recomendado, entonces empiezo a plantearme ir al psicólogo.
Ir al psicólogo no es algo malo, a pesar de cómo la sociedad a veces lo tiene catalogado. Te vienen a decir algo así como que, si vas al psicólogo, significa que estás mal, que no puedes ir así por la vida o algo por el estilo. Y lo cierto es que nada más lejos de la realidad.
Lee el post: 8 libros sobre ansiedad que deberías leer
La vida es difícil para todo el mundo. Todos pasamos momentos difíciles. Y todos tenemos dudas existenciales que a veces nos gustaría consultar con profesionales. Eso significa que el profesional al que vayamos tenga la verdad absoluta, ni que nos vaya a solucionar la vida de repente. De hecho, muchas veces nos quedaremos con la sensación de que nos sabe a poco, de que en cuanto pagas y vuelves con tus problemas, vuelves a estar en las mismas.
La visión que yo tengo, precisamente por eso, es que lo importante no es buscar atención psicológica con el pensamiento de que a partir de ese momento, o de la terapia que realices, todo va a cambiar de repente como por arte de magia.
Lo importante es adquirir recursos que te ayuden a enfrentar las situaciones que te generan estrés y ansiedad.
Esto es un proceso vital que puede durar toda la vida, en el que irás haciendo progresos y tendrás también recaídas. De la misma forma que no puedes ir a un gimnasio y esperar que todo se va a arreglar en unas semanas, tampoco va a pasar por ir a ver al psicólogo o solicitar ayuda psicológica por Internet.
Ahora bien, cuando consigues cambiar tu enfoque de las cosas, cuando miras las otras de otra forma, ese hecho en sí puede producir cambios cognitivos importantes. Y aunque sigas experimentando problemas, dolores, ansiedades y sufrimientos, vas a tener otra forma de enfrentarlos.
Y lo más importante: cuando dispones de recursos para enfocar y analizar las cosas que te ocurren, es mucho más fácil que puedes tener paz. Que es, al fin y al cabo, de lo que se trata.
El problema de muchas personas es que no saben muy bien cómo evaluar su situación. De hecho, tenemos la creencia de que la atención psicológica está sólo pensada para las personas que están "enfermas" o algo por el estilo. Por tanto, acudir a un psicólogo se ve muchas veces como algo negativo.
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La primera impresión es quizás pensar: "no estoy tan mal como para eso, yo puedo manejarlo". Pero el problema puede aparecer una y otra vez sin que sepamos cómo salir adelante, ya que nadie nos ha dado las claves de lo que tenemos que trabajar, ni tampoco sabemos dónde buscarlas.
¿Cuándo hay que acudir a atención psicológica?, ¿cómo sé si necesito ir al psicólogo urgentemente? En este post te daremos algunas pistas para que te sientas más cómodo a la hora de tomar esta decisión.
Cuándo ir al psicólogo es necesario
Al psicólogo van personas que están "bien" y personas que están "mal". Si es que acaso podemos meter a las personas en dos grupos, en dos sacos distintos, como si la propia vida no fuera algo lo suficiente complejo como para que a veces pueda ser necesario compartir momentos con un profesional.
Normalmente, siempre que me he planteado ir al psicólogo, ha sido muchas veces más bien para presumir de lo bien que estoy, de todo lo que he progresado, que por el hecho de que esté pasando por un momento terrible. Es decir, lo veo como una ayuda a largo plazo, más que como un apoyo vital en un momento duro.
Ésta es tan sólo mi opinión y mi experiencia personal. Me resulta más cómodo hablar con personas que me inspiran confianza en los momentos difíciles, no con psicólogos. A partir de ahí, si quiero contrastar las cosas que yo mismo o mis amigos me han recomendado, entonces empiezo a plantearme ir al psicólogo.
Ir al psicólogo no es algo malo, a pesar de cómo la sociedad a veces lo tiene catalogado. Te vienen a decir algo así como que, si vas al psicólogo, significa que estás mal, que no puedes ir así por la vida o algo por el estilo. Y lo cierto es que nada más lejos de la realidad.
Lee el post: 8 libros sobre ansiedad que deberías leer
La vida es difícil para todo el mundo. Todos pasamos momentos difíciles. Y todos tenemos dudas existenciales que a veces nos gustaría consultar con profesionales. Eso significa que el profesional al que vayamos tenga la verdad absoluta, ni que nos vaya a solucionar la vida de repente. De hecho, muchas veces nos quedaremos con la sensación de que nos sabe a poco, de que en cuanto pagas y vuelves con tus problemas, vuelves a estar en las mismas.
La visión que yo tengo, precisamente por eso, es que lo importante no es buscar atención psicológica con el pensamiento de que a partir de ese momento, o de la terapia que realices, todo va a cambiar de repente como por arte de magia.
Lo importante es adquirir recursos que te ayuden a enfrentar las situaciones que te generan estrés y ansiedad.
Esto es un proceso vital que puede durar toda la vida, en el que irás haciendo progresos y tendrás también recaídas. De la misma forma que no puedes ir a un gimnasio y esperar que todo se va a arreglar en unas semanas, tampoco va a pasar por ir a ver al psicólogo o solicitar ayuda psicológica por Internet.
Ahora bien, cuando consigues cambiar tu enfoque de las cosas, cuando miras las otras de otra forma, ese hecho en sí puede producir cambios cognitivos importantes. Y aunque sigas experimentando problemas, dolores, ansiedades y sufrimientos, vas a tener otra forma de enfrentarlos.
Y lo más importante: cuando dispones de recursos para enfocar y analizar las cosas que te ocurren, es mucho más fácil que puedes tener paz. Que es, al fin y al cabo, de lo que se trata.