Quiero que te pares un momento a pensar cómo es tu estilo de vida . Qué es lo que haces cada día con tu tiempo. Por qué lo haces. Para quién lo haces. ¿Cuáles son las presiones o circunstancias externas que te influyen para actuar de un modo u otro? Porque casi todos tenemos en mente el estilo de vida que nos gustaría tener: son nuestros sueños, aunque el problema es que no hemos llegado a definirlos claramente, con detalles, están solo en el aire. ¿Qué es lo que me gustaría hacer con mi vida? Casi todos tenemos también en mente algunas razones por las que no podemos tener ese estilo de vida que queremos: Me gustaría viajar lejos, pero no puedo porque estoy trabajando y hay otras personas que dependen de mí. Quiero bajar de peso 10 kilos, pero el problema es que no tengo suficiente fuerza de voluntad, o que por mis obligaciones tengo que comer fuera de casa, etc. Quisiera ahorrar dinero, pero al final siempre me lo gasto en tonterías y prácticamente no llevo el control.
Hablar en otro idioma puede ser algo muy, muy complicado para alguien que tiene ansiedad social. O también puede que no. Depende de cómo se desenvuelva y de cómo lo asuma internamente.
Por ejemplo, hay quien al hablar en otro idioma puede perder completamente la vergüenza y sentirse más cómodo que en su propia lengua. Sencillamente, porque le gusta ese idioma y encuentra una faceta de sí mismo diferente al hablarlo.
Pero también puede que te ocurra todo lo contrario: que te pongas nervioso porque estás hablando en un idioma que no es el tuyo. Te ves ante un montón de situaciones sociales en las que tienes que hablar y donde a veces la respuesta va a ser "Sorry, I don't understand" o caras de extrañeza.
Cuando tenemos ansiedad social, lo normal es que nos veamos asustados ante situaciones sociales en general.
Pero practicarlo en otro idioma puede hacerse realmente cuesta arriba.
¿Qué es lo que puede pasar?
Lo primero es entender que estas situaciones entran dentro de lo normal y le pueden pasar a cualquiera.
Todo el mundo se puede sentir nervioso ante situaciones que no conoce. Pero en el caso de la persona con ansiedad social, puede haber todo un contexto y un telón de fondo que le haga sentirse aún más vulnerable ante estas circunstancias.
La cosa empeora aún más cuando nuestra ansiedad y nuestros fracasos nos llevan a caer en ideas negativas sobre nosotros mismos. "Nunca lo conseguiré", "no podré aprobar el examen", "no soy feliz aquí", etc.
Ante cualquiera de estos casos, lo que más me ha ayudado a mejorar y a no sentir esa presión tan fuerte sobre mí es el hecho de tomarme las cosas con más calma.
Los fallos forman parte del camino. Los fallos te hacen más fuerte para la siguiente vez. Lo que necesitas no es no cometer fallos. Lo que necesitas es cambiar la manera en la que los interpretas.
Con el tiempo, por el mero hecho de intentarlo una y otra vez, te vas a dar cuenta de cómo te vas habituando. Se trata de ir construyendo, poco a poco, hábitos que sirvan para que puedas sentirte a gusto en el otro idioma sin ponerte nervioso.
Si una situación no te resulta constructiva, no te ayuda. Cámbiala. No estás obligado a permanecer necesariamente en un sitio, siempre hay alternativas; el problema es que no queremos asumir el coste de los cambios. Muchas veces, por miedos e ideas preconcebidas sobre lo que pasaría si decidiéramos cambiar, y por la manera en la que lo valoramos.
En cualquiera de los casos, tú puedes vencer los nervios y ansiedad al hablar inglés, o en cualquier otro idioma. La cuestión es que esperes, que vayas poco a poco, que busques alternativas, que busques entornos que te hagan el camino más fácil. Sentir el apoyo de otras personas te ayudará a sentirte mejor contigo mismo y ver cómo poco a poco vas avanzando.
Por ejemplo, hay quien al hablar en otro idioma puede perder completamente la vergüenza y sentirse más cómodo que en su propia lengua. Sencillamente, porque le gusta ese idioma y encuentra una faceta de sí mismo diferente al hablarlo.
Pero también puede que te ocurra todo lo contrario: que te pongas nervioso porque estás hablando en un idioma que no es el tuyo. Te ves ante un montón de situaciones sociales en las que tienes que hablar y donde a veces la respuesta va a ser "Sorry, I don't understand" o caras de extrañeza.
¿Qué hacer si tienes nervios y ansiedad al hablar en inglés?
Cuando tenemos ansiedad social, lo normal es que nos veamos asustados ante situaciones sociales en general.
Pero practicarlo en otro idioma puede hacerse realmente cuesta arriba.
¿Qué es lo que puede pasar?
- Que suspendamos los exámenes orales porque nos sintamos realmente nerviosos ante este tipo de situación.
- Que si vivimos en un país de habla inglesa, nos cueste salir a la calle a conocer gente o envolvernos en situaciones sociales.
- Que perdamos un trabajo porque teníamos una entrevista en inglés y no conseguimos pasarla muy bien.
Lo primero es entender que estas situaciones entran dentro de lo normal y le pueden pasar a cualquiera.
Todo el mundo se puede sentir nervioso ante situaciones que no conoce. Pero en el caso de la persona con ansiedad social, puede haber todo un contexto y un telón de fondo que le haga sentirse aún más vulnerable ante estas circunstancias.
La cosa empeora aún más cuando nuestra ansiedad y nuestros fracasos nos llevan a caer en ideas negativas sobre nosotros mismos. "Nunca lo conseguiré", "no podré aprobar el examen", "no soy feliz aquí", etc.
Cómo hablar inglés sin miedo
Ante cualquiera de estos casos, lo que más me ha ayudado a mejorar y a no sentir esa presión tan fuerte sobre mí es el hecho de tomarme las cosas con más calma.
- No es ningún drama suspender un examen.
- No es ningún drama que no pases una entrevista de trabajo.
- Y es absolutamente normal que te puedas sentir solo cuando vives en otro país y en otra cultura, le pasa a mucha gente, tenga o no ansiedad social, porque es una situación distinta a la que estás acostumbrado.
Los fallos forman parte del camino. Los fallos te hacen más fuerte para la siguiente vez. Lo que necesitas no es no cometer fallos. Lo que necesitas es cambiar la manera en la que los interpretas.
¿Aprenderé a hablar inglés sin nervios ni ansiedad?
Con el tiempo, por el mero hecho de intentarlo una y otra vez, te vas a dar cuenta de cómo te vas habituando. Se trata de ir construyendo, poco a poco, hábitos que sirvan para que puedas sentirte a gusto en el otro idioma sin ponerte nervioso.
Si una situación no te resulta constructiva, no te ayuda. Cámbiala. No estás obligado a permanecer necesariamente en un sitio, siempre hay alternativas; el problema es que no queremos asumir el coste de los cambios. Muchas veces, por miedos e ideas preconcebidas sobre lo que pasaría si decidiéramos cambiar, y por la manera en la que lo valoramos.
En cualquiera de los casos, tú puedes vencer los nervios y ansiedad al hablar inglés, o en cualquier otro idioma. La cuestión es que esperes, que vayas poco a poco, que busques alternativas, que busques entornos que te hagan el camino más fácil. Sentir el apoyo de otras personas te ayudará a sentirte mejor contigo mismo y ver cómo poco a poco vas avanzando.
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