Quiero que te pares un momento a pensar cómo es tu estilo de vida . Qué es lo que haces cada día con tu tiempo. Por qué lo haces. Para quién lo haces. ¿Cuáles son las presiones o circunstancias externas que te influyen para actuar de un modo u otro? Porque casi todos tenemos en mente el estilo de vida que nos gustaría tener: son nuestros sueños, aunque el problema es que no hemos llegado a definirlos claramente, con detalles, están solo en el aire. ¿Qué es lo que me gustaría hacer con mi vida? Casi todos tenemos también en mente algunas razones por las que no podemos tener ese estilo de vida que queremos: Me gustaría viajar lejos, pero no puedo porque estoy trabajando y hay otras personas que dependen de mí. Quiero bajar de peso 10 kilos, pero el problema es que no tengo suficiente fuerza de voluntad, o que por mis obligaciones tengo que comer fuera de casa, etc. Quisiera ahorrar dinero, pero al final siempre me lo gasto en tonterías y prácticamente no llevo el control.
En algunas ocasiones que hemos sufrido un ataque de ansiedad, podemos haber llegado a experimentar un fuerte dolor de pecho. Esta sensación de que se acaba el mundo y de que no podemos respirar viene muchas veces de la hiperventilación, es decir, respiramos muy rápido y entrecortadamente, sin que el aire llegue a llenar los pulmones.
Curiosamente, cuando hacemos el movimiento de inspiración y espiración desde el diafragma, solemos generar cierta sensación de calma, como suele hacerse en muchos ejercicios para combatir la ansiedad.
Si tienes ansiedad y dolor de pecho al mismo tiempo, en este post nos gustaría darte algunos consejos con la ayuda de algunos expertos.
Lo primero es tener claro que ante cualquier síntoma recurrente de dolor de pecho, lo conveniente es que acudas a un médico especialista.
Puede tratarse simplemente de una angina de pecho, o estrés fruto de un ataque de ansiedad. Pero en cualquier caso debería ser el doctor quien lo determine.
Lo que sí sabemos es que cuando experimentas ataques de ansiedad, es absolutamente normal que puedas sentir dolor de pecho.
Algunas personas lo describen como:
Por ejemplo:
Hay veces en las que una situación prolongada de estrés puede provocar que los dolores de pecho te vengan, incluso, cuando aparentemente no te pasa nada. Al menos, es el mismo efecto que puede ocurrir debido a la ansiedad sin motivo. Que nuestro cuerpo da señales de estrés, aunque conscientemente no necesariamente nos sintamos ansiosos en ese momento.
Espero que este artículo te haya sido útil. Te invitamos a dejarnos tus comentarios si tú también te has visto en una situación similar.
Curiosamente, cuando hacemos el movimiento de inspiración y espiración desde el diafragma, solemos generar cierta sensación de calma, como suele hacerse en muchos ejercicios para combatir la ansiedad.
Si tienes ansiedad y dolor de pecho al mismo tiempo, en este post nos gustaría darte algunos consejos con la ayuda de algunos expertos.
Dolor de pecho y ansiedad, ¿qué hacer?
Lo primero es tener claro que ante cualquier síntoma recurrente de dolor de pecho, lo conveniente es que acudas a un médico especialista.
Puede tratarse simplemente de una angina de pecho, o estrés fruto de un ataque de ansiedad. Pero en cualquier caso debería ser el doctor quien lo determine.
Lo que sí sabemos es que cuando experimentas ataques de ansiedad, es absolutamente normal que puedas sentir dolor de pecho.
Algunas personas lo describen como:
- Sensación de asfixia
- Punzadas en el pecho
- Taquicardia
- Dificultades para respirar
Por ejemplo:
- Intenta pensar en otra cosa que no tenga que ver con aquello que te está generando ansiedad. Al pensar en otra cosa, tu cerebro está ocupado con esa actividad, quedando menos espacio para la preocupación intensa, lo que te ayudará a tener más calma.
- Haz algunos ejercicios de respiración: al respirar hondo, aguantar y espirar el aire, de forma pausada y lenta, vas a poder generar cierta sensación de alivio y reducir la taquicardia.
Hay veces en las que una situación prolongada de estrés puede provocar que los dolores de pecho te vengan, incluso, cuando aparentemente no te pasa nada. Al menos, es el mismo efecto que puede ocurrir debido a la ansiedad sin motivo. Que nuestro cuerpo da señales de estrés, aunque conscientemente no necesariamente nos sintamos ansiosos en ese momento.
Espero que este artículo te haya sido útil. Te invitamos a dejarnos tus comentarios si tú también te has visto en una situación similar.
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